Amaya, mi querida niña:En esta iglesita escondida en un pueblito de Jalisco te bautizamos en un día muy frío pues era el día de Noche Buena del año 1979. Tu abuelito Rigo iba a ser tu padrino, como desafortunadamente no alcanzó a conocerte por eso es que tu tío Pichi se paró en lugar de él, pero él te quiso mucho pues el día que nos avisó tu papá que habías nacido, él ya estaba muy malito, estaba recostado en el sillón de arriba, yo contesté el teléfono aquí abajo y cuando subí estaba llorando, no sé si de alegría por tu nacimiento o de tristeza porque él presintió que ya no te iba a alcanzar a conocer. Conserva esta acuarela para cuando seas grande tengas un recuerdo de tu abuela que tanto te quiere.
Carmen
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