sábado, abril 28, 2007

Temblor

Nunca me había preguntado cómo sería mi muerte. Pero ese día me dio terror al pensar que estaba sola en el preciso momento que sentí la sacudida.
Un temblor. Ni el más fuerte ni el único. Pero sí el que más me ha impactado. Mis gritos eran como los de un sordo. Nadie respondía al pánico que sentía. Lloré porque en un segundo la ira que había sentido anteriormente se transformó en una imperiosa necesidad de pedir perdón.
Nunca he temido a la muerte. Mi postura ante ella es más bien de curiosidad. Pero esa noche, cuando su posibilidad pasó por mi mente, simplemente me aterrorizó. Aun hay tantas cosas que están pendientes.
Un temblor que desata un huracán de preguntas, muchas de ellas sin respuestas. Un temblor que te hace sentir lo pequeño que en realidad eres. Un temblor que hace que pida perdón...
- Amaya

Para una mexicana en el extranjero

Amiga, sé que es difícil tomar esa decisión. Estás cómoda. Estás bien. Pero te falta algo, ¿no? Quizás todavía no estás segura qué es exactamente lo que estás buscando. Y yo te aseguro que cuando regreses sabrás que lo que buscas es la picardía de nuestro país. Lo sé porque yo sentí eso alguna vez.
No tengas miedo. Aquí tienes muchos amigos. Tú eres grande y todo lo puedes...
¡Bienvenida a México!
- Amaya

Camaleónicos

Realmente admiro a esas personas que se reinventan una y otra vez. Yo por más que hago el intento siempre termino usando el mismo estilo de ropa, los mismos peinados y el mismo maquillaje. ¿¡¿¡¿Cómo le hacen?!?!?
- Amaya

Coleccionista de libros

Cuando iba en la primaria tenía una colección de borradores. ¡Estaban bien padres! Mi papá me hizo una caja de madera para que ahí los guardara y cada que íbamos a hacer las compras yo me escurría a la tiendita de regalos y me quedaba viendo a la vitrina donde estaban los borradores con ojitos de hambre para que mi papá finalmente me dijera: "llévatelo si quieres"...
No sé qué pasó con esos borradores...
Durante la secundaria y la preparatoria me dediqué a coleccionar rosas y pétalos... Las dejaba secar boca abajo, las barnizaba y las iba poniendo en una maceta de mimbre. Los pétalos primero los ponía dentro de algún libro bien choncho y de ahí iban a parar a un baúl de madera.
Finalmente un día llegaron las polillas y tuve que tirar el arreglo de rosas secas...
¿Y ahora qué? Hace mucho tiempo que no colecciono nada, pensé apenas ayer. Y me dije que me iba a poner a coleccionar zapatos o bolsas... Me pareció demasiado frívolo. Después pensé que sería buena idea formar una colección de libros. Ya tengo una cantidad aceptable. Ahora sólo falta conseguir un librero que esté a la altura de mi propósito.
Me emociona pensar que será una colección no sólo de libros, sino de historias, de anécdotas, de memorias, de vidas, de sensaciones, de amores y odios, de luz y oscuridad, de grandeza y bajeza, de ilusiones y decepciones, de tantas cosas juntas...
- Amaya

viernes, abril 27, 2007

Motivación

"En Latinoamérica no haces cosas por dinero... porque no hay dinero".

- Gael García

martes, abril 24, 2007

Aerosmith

La foto del recuerdo el día del concierto en el Foro Sol.
(22 de abril de 2007)
YE YE YE YE YE YE YEIDED !!
You've got your mama's style but you're yesterdays child to me
so jaded...

Confusiones

Crees que exagero. Créeme que no lo hago. He tenido varios sueños tormentosos y son tan reales que me despierto confundida. No sé de quién es la culpa. No sé si el camino a seguir era otro. Tal vez fue demasiada confianza al principio. Si no hubiera escuchado lo que decías… Si hubiera cerrado los ojos…

Pero ayer el sueño fue diferente. Rompió con la costumbre. Me sentí culpable de repente y la verdad es que no sé cómo interpretarlo. Me avergüenza un poco mi actitud. Pero no sé en qué momento el cambio se produjo. De indiferencia a obsesión. Ahora lo que hay es cierta empatía. Me siento más tranquila pero desconfiada aún. Sé que vendrán más sueños. Sé que los querrás ignorar. Sé que me afectarán.
- Amaya

martes, abril 03, 2007

La nieve y yo

Desde que regresé de la gélida ciudad de Montreal no había visto la nieve de nuevo. Por eso cuando llegamos al Nevado Alex y yo, me acerqué con cuidado: la nieve y yo teníamos muchos asuntos pendientes. Casi había olvidado lo increíblemente divertida que es, sólo recordaba su lado cruel y sombrío.
Pronto ella y yo nos reconciliamos y hasta le permití que fuera a parar a gran velocidad a la cara de Alex. Al final del día ya éramos las grandes amigas que solíamos ser en otras épocas. Especialmente en ese viaje a Andorra cuando La Guayaba nos demostró sus grandes habilidades para no romperse el esqueleto al irse a estrellar en la red de contención.
Y qué decir de esos momentos en Berlín cuando terminamos haciendo "angelitos" en un parque público mientras la gente pasaba y nos miraba con compasión, como si nunca hubiéramos visto la nieve. ¡Pues así era! Por lo menos para mí. Aquel 30 de Diciembre me desperté y al mirar por la ventana no podía creerlo: ¡Nieve! ¡Lo que siempre había anhelado! Inmediatamente corrí al jardín del hostal donde nos hospedábamos y la foto que nos tomamos es una de mis favoritas: Marla, Ana Sofía, Gina y yo felices de la vida a lado de un muñeco de nieve.
Así la quiero recordar, haciéndome feliz...
- Amaya

Introspección y Evolución

Yo creo que hay gente que no hace nada para ser mejor. Esas personas se quedan presas de sus malos hábitos, de sus prejuicios. La costumbre las hace sentir cómodas. Pero están atadas. No evolucionan. No tienen tiempo para hacer un examen de conciencia. La introspección les fastidia. Son unos adolescentes, no tanto en cuanto a espíritu, sino a su capacidad para responder de forma responsable en la vida.
Y no estoy hablando de no seguir las pautas sociales a las que estamos condicionados por el simple hecho de convivir con los demás. Uno puede casarse o no casarse. Ser homosexual o heterosexual. Querer hijos o no. Terminar la carrera o dedicarse a otra cosa. En realidad no importa tanto el camino a seguir, mientras lo escojamos nosotros.
Me refiero al hecho de no aprender de nuestros errores. Si sabemos que el orgullo nos provoca conflictos, que la pereza nos ha dejado perder buenas oportunidades, que la mezquinidad nos vuelve amargos, que la soberbia nos roba amigos y que la ira destroza relaciones, ¿por qué demonios no podemos detenernos un instante a analizar nuestras acciones y decidir de una vez por todas que esta vez no nos vencerá el impulso negativo? ¿Por qué en vez de decir "necesito un abrazo" volteamos la cara? ¿Por qué es tan difícil?
Y aún con esta dificultad, hay quienes logran aprender del trecho recorrido y avanzan en la vida. Se vuelven más responsables, aprenden a valorar a la familia o a los amigos. Le toman amor al estudio y al trabajo. Se esfuerzan por evolucionar, por ser mejores.
Pero hay también quienes se quedan en el camino...
- Amaya

domingo, abril 01, 2007

Autómatas

Hay veces que vamos por la vida con una inercia tan evidente que la alienación se apodera de nuestras mentes y nos convertimos en autómatas. Nos invade la rutina. Nuestros movimientos están predeterminados. Dejamos de pensar y de sentir. Todo es automático. Hasta que sucede algo que nos hace regresar al mundo y recuperar la esencia del ser humano. Alguna fibra de nuestro cuerpo se reacomoda. Y de repente cambia nuestra mirada. Ahora ya podemos ver todo claro y no esas nebulosas imágenes que solíamos tener en el deambular sin conciencia. Recuperamos la vida. Comenzamos a valorar el tiempo y hasta nos quitamos las sandalias "por no herir a las piedras del camino". Maduramos...
En cierta forma esto es lo que sucede en la película alemana "La vida de los otros" (nominada al Oscar como mejor película extranjera), donde el poder de cambiar y la esencia del ser humano son los ejes alrededor de los cuales gira la historia.
"La vida de los otros" es una película que inspira, que conmueve, que nos hace reflexionar sobre el motor de nuestras vidas, pero sobre todo, que nos regresa la fe en el ser humano.
- Amaya