Cuando íbamos en primero de secundaria, un día la Kikis me preguntó si ya había escuchado la canción de una chava con cara de pizza. Al principio pensé que se trataba de una ronda infantil pero cuando fui a su casa y me puso la canción, lo primero que me pasó por la mente es que la Kikita había sido poseída por el mismísimo demonio. La verdad es que no entendía exactamente lo que le había pasado a mi mejor amiga.
"Ésta ya se desconchinfló", me dije a mí misma... Y empecé a imaginar cómo le diría a nuestros amigos que habíamos perdido a la Kikis.
Bueno pues esa fue mi primera experiencia con La Cuca. La Señorita Cara de Pizza me parecía una rola verdaderamente ridícula, sin ton ni son, es más, ni siquiera podía hacerme la idea de una chava con queso derretido y champiñones en la cara... Sin embargo, pronto me descubrí no sólo cantándola sino gritándola a todo pulmón.
Pero aún había más. Cuando Kikita me vio feliz cantando la canción en cuestión me dijo muy seria: "Y eso que no has oído El son del dolor".
Escuché El son del dolor y mi vida cambió. No hay más que decir. Gracias Cuca. Gracias Kikis.
- Amaya
2 comentarios:
Amayiringa!! pero en tu caso seria Senora(ita) cara de hamburgesa!!!!!
Edurne, ahora tendré que matarte...
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