Hoy tuve una regresión a aquellos días del TEC durante la carrera cuando me pareció una excelente idea eso de ingresar al equipo de fútbol de las LRI. ¿Cómo explicarles esa experiencia? Ese afán mío de andar metida en todo, caray!
Cuando llegué por primera vez al equipo yo creo que me vieron cara de la familia Maldini y se le ocurrió a nuestro súper entrenador Obed ponerme de delantera... Bueno, pues para el medio tiempo yo creo que ya traía la cara de Agustín Carstens en pleno maratón porque tomaron la unánime decisión de mandarme a la retaguardia. Yo creo que pensaron que si no metía los goles en la portería contraria, tampoco lo haría en la nuestra... y eso, eso ya era ganancia...
No recuerdo haber metido ningún gol en aquella época. Tampoco recuerdo haberlos parado, jaja... todos entraban. Bueno, no, no es cierto, nuestras porteras eran malísimas pero tenían buenísima suerte... Ah, qué duros madrizas de chavas del equipo contrario tuve que soportar... y yo tan noble que era... Claro, de nuestro lado también había cada personaje... Edurne, por ejemplo, no tenía corazón, ella llegaba directo a sacarle los ojos a las del equipo contrario, jaja...
¿A qué quiero llegar con todo este drama futbolístico? Pues que hoy precisamente hubo partido de maestras contra alumnas y casi lloro cuando metí el primer gol de los cinco (¡5!) que anotamos las profras... YEI!!!! (ovacionessssss.... )
Ahí está... Pa'l recuerdo sabrosón!
- Amaya