"You're wearing a beautiful hat".
Así me dijo y le sonreí a aquella anciana de ojos cristalinos que vivía en ese asilo. Por un momento sentí el impulso de regalarle el sombrero. Nada me costaba. Pero no lo hice.
Me arrepiento...
Nunca volví a usar el sombrero. Se llenó de polvo y de una docena de años en un rincón de mi casa.
Pudo haberse convertido en una sonrisa pero quedó en el olvido.
- Amaya
5 comentarios:
hoy me pasó algo parecido. iba rumbo al gym en la mañana y como se me hizo tarde no desayuné en el depa y me llevé un plátano en la mano. cuando pasé enfrente del super 7, vi a un viejo en silla de ruedas pidiendo limosna, y pensé en darle el plátano para que comiera algo pero no lo hice, pensando en que me daría hambre a mí porque no regresaría hasta tarde de la escuela. luego me sentí muy mal.
órale! si es cierto, es peor el arrepentimiento de lo no hecho q el de lo q hicimos no?
Exacto! Y creo que el chiste es aprender de esos momentos...
siiiii
Aprender, para que luego nuestros hijos no nos hagan lo mismo, jajajaja....
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