Hoy me topé con estas líneas escritas por un profe que me dio clases en la carrera y luego en la maestría:
El amor crea una paradoja moral: Nuestra capacidad de cuidar a los demás es limitada, y sin embargo, las necesidades de la multitud de seres que sufren constituyen una demanda infinita. La compasión nos abre a un mundo trágico en el que, de algún modo, debemos estar contentos de la caridad y las buenas obras que podemos hacer y descontentos del fracaso moral de no hacer más.
Preguntas obligadas:
¿Puedo considerarme a mí mismo como un "buen" ser humano?
¿Estoy haciendo todo lo que puedo en este mundo?
¿Hasta qué punto es posible (y saludable) servir a los demás?
¿Qué significa "servir al prójimo" sin darle un tono religioso?
¿Qué puedo hacer para ser alguien mejor en este sentido?
Todo un tema de reflexión. Una tarea más para mi mente intranquila.
- Amaya
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