Cuando ya se veían cerca los codiciados puentones de noviembre, a mis cuates y a mí ya nos picaba la colita por ponernos de acuerdo para lanzarnos a algún lugarcillo donde pasarla bien y relax. Al final nos decidimos por Sontecomapan (muy cerca de Catemaco) y la verdad es que estuvo excelente porque por más que voy no me canso del Rancho Los Amigos.
Así que ahí nos ven a la Guayaba, la Gore, el Juanemilio, Irene, el mano y su novia, Aleks y yo, todos bien puestos pa'l guateque en los Tuxtlas.
Para empezar, tengo que decir que yo quería llevar mi lista de actividades y lugares cercanos para visitar, pero desistí de mi intento porque en cuanto Juanemilio vio mi ataque de organizatitis me mandó mucho a la chingada y me contestó por mail con un rotundo "Vamos a beber cerveza y a echar la hueva. Amaya, por favor no pongas desorden..." Y ahí quedaron enterradas todas esas bellas actividades que tenía planeadas para todos.
Y así, nos lanzamos a la aventura...
No contábamos con el frente frío # 9 que entró justo ese fin de semana.
Enlanchados y enrutados para el rancho. Ninguna lluviecita iba a detenernos...
Buenos pronósticos: Nuestro lanchero iba dormido y nosotros agarrando la peda con olas de 5 metros... ¡Pero los rockers no sienten miedo!
El lugar más visitado... Todo mundo iba a su rancho.
Con un par de chelas me gusta ponerle cuernos a las personas cachetonas. 
Una vista increíble desde el mirador: la laguna y el Golfo de México (o sea, Juanemilio)
El tío Cosa. 
Súper vista. ¡Vayan!
En medio de los manglares. 
Por cierto, están bien bara-bara los terrenitos ahí. ¿Quién se anima?
Gore, éste tampoco es un chico zapote, jeje... 
¿Para cuándo la próxima reunión?
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