No había pasado ni una semana del nacimiento de nuestro bebé. Ya habíamos ido a que me sacaran rayos X de la cadera derecha y al parecer todo estaba bien. Pero el dolor seguía. Todos pensábamos que el dolor era por el bebé que seguramente estaba presionando algún nervio o algo por el estilo. Prácticamente no podía caminar, más bien arrastraba los pies en una especie de mala imitación de Michael Jackson. Los espacios abiertos me ponían de nervios porque no había forma de apoyarme en algo para poder desplazarme. En fin...
Tuvimos que ir al Hospital de María para que me hicieran la resonancia. Le dieron los resultados a mi papá, nos trepamos a la camioneta y nos fuimos de ahí. Aleks y mi papá subieron al departamento y yo me quedé esperando en la camioneta para evitar todo el suplicio de subir las escaleras. De repente, llegó Aleks, se sentó frente al volante y con lágrimas en los ojos me dijo que la resonancia mostraba que había regresado el cáncer.
Lo único que pude hacer fue llorar mientras gritaba: "¿Por qué, por qué?"
- Amaya
3 comentarios:
Hola. Te sigo en twitter y te kleo aquí, aunque rara vez te dejo comentario.
Sólo te quería decir que la descripción de tu "Bio" siempre me deja como... no sé cómo explicarlo. Pero creo que se vería mejor si le quitaras el "hasta ahora".
Yo creo que puede ser hasta siempre.
Un abrazo y mis mejores vibras paras que sanes están contigo y, aunque no lo creas ni te importe, le pido a Dios por tu salud.
Siempre he pensado lo mismo... deberías quitarlo
Roberto
hemos tenido muchos malos días, desde ese octubre , noviembre de 2007 en el que apareció el tic, luego en febrero de 2009 en la primera visita a San Antonio y así sucesivamente desde que apareció en nuestra vida la terrible enfermedad, pero también hemos tenido días maravillosos y esos han sido los más, en los que somos más concientes y sentimos el amor y la entrega de muchas personas , algunas que ni siquiera conocemos, el día en el mes de marzo que supimos que estabas embarazada, la entrada a este mundo de alex el 23 de noviembre, sus sonrisas, sus pucheros, su mamánené cuando llora, sus besos salivosos y las caricias de sus manitas regordetas jalándote la peluca, creo que también hemos ganado el vivir cada minuto al máximo.
te amo.
lin.
Publicar un comentario