martes, octubre 11, 2011

Chambas de antología: Instituto Culinario de México

Corría el año 2005 y yo me encontraba estudiando la maestría en Monterrey, mientras trabajaba en un lugar horrible del que luego les contaré en otro capítulo de "Chambas de antología".

Pues resulta que dejé ese trabajo de pesadilla y me puse a buscar chamba enseguida. Estaba desesperada, pero lo maravilloso del asunto es que Iván y Mariana me contaron de una vacante en una escuela que buscaba maestros de francés. 

Esperen... ¿Qué? ¡Maestros de francés! Justo lo que quería.

Se trataba del Instituto Culinario de México (ICUM). Fui a las entrevistas y rápidamente me contrataron. No podía estar más feliz: La escuela quedaba mil veces más cerca que mi trabajo anterior y daban la carrera de chef (¿hay algo más cool?), el horario era perfecto, el sueldo estaba muy bien, mi supervisora no se metía conmigo, las instalaciones eran bastante decentes y la mayoría de mis alumnos eran buena onda y estaban interesados en mis clases (nunca falta al que le vale gorro).

Algo que me sorprendía era el interés del ICUM por que sus estudiantes aprendieran francés. Realmente era algo de alabar. Mis alumnos llevaban 10 horas de francés a la semana. Sorprendente, ¿no? Ni siquiera las escuelas de idiomas cuentan con cursos tan intensivos. 

Como era una escuela para chefs, pues tenía que dirigir mis clases a temas culinarios. Un día, por ejemplo, les pedí a mis alumnos que hicieran la presentación en francés de una receta y que prepararan el platillo en cuestión durante la clase. Como no se permitía entrar con alimentos al salón, mis alumnos se la tuvieron que ingeniar para representar los ingredientes con otros materiales. 

Sólo recuerdo que fue divertidísimo.

Una vez, me tocó un grupo de seis alumnos en el que había dos chavas que estaban totalmente renuentes a aprender. "Es que no me gusta el francés", "es que no le entiendo", "es que no nos sirve de nada", "es que la clase es muy temprano".

Sí, es cierto, la clase era a las 7:00 am, pero cuando les expliqué que Francia es cuna de las cocinas más importantes del mundo y que si querían ser chefs reconocidos en México era básico entender la cocina francesa y tal vez viajar a París para tomar algún curso, entonces y sólo entonces, las empecé a ver más contentas con la clase. 

Mi más grande satisfacción fue que sus calificaciones empezaron a mejorar y tiempo después, cuando ya estaban tomando otro curso con otro profesor, fueron corriendo a decirme que todo eso ya se lo sabían porque se los había enseñado yo y que me extrañaban mucho. ¡Awww! 

En fin... Estuve muy contenta en el ICUM hasta que tuve que dejarlo en junio de 2006, justo antes de casarme y de irme a vivir al D.F.

Así es la vida, chavos.

- Amaya  

lunes, octubre 10, 2011

Primera vez

Ayer fue un día de muchas primeras veces para mi goldito. Me encantó verlo tan contento y tan divertido jugando con nosotros y experimentando cosas nuevas.

La primera parada fue en la alberca:

¡Como pez en el agua y eso que era la primera vez!

"Amo las albercas igual que mi mami (y millones de niños en todo el mundo)."

"Primera vez que uso traje de baño (y pañales para el agua)." Aquí, modelando... 

"Primera vez que camino en el pasto."

"Primera vez que uso bloqueador solar. ¡Guácala!"

"¡Ya soy todo un señorcito!"

"¡Primera vez que soy vampiro!"

"Primera vez que me cortan el cabello en una estética. Una vez mi mami me lo cortó y es probable que necesite terapia para olvidarlo."

"¡Auxilio, me están quitando mis poderes!"

"¿El cabello no da poderes? Ah, ok. ¡Sigan cortando!"

"Primera vez que me ponen estrellita. ¡Me porté muy bien!"

"Mis papis súper orgullosos y contentos. ¡Ay, papás, nomás fue un corte de cabello! Ya me imagino cuando sea la graduación de la carrera."

"Primera vez que mi mami toma una foto del trasero de mi papi."

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?

- Amaya 

viernes, octubre 07, 2011

Regalar vida

Les comparto este texto que salió publicado hace ya varias semanas en la sección Esencias del Diario del Istmo:


Acá entre nos
Regalar vida
Por Amaya Marichal

Alguna vez leí por ahí que hay cuatro formas de trascender en la vida: Teniendo un hijo,  sembrando un árbol, escribiendo un libro y donando un órgano.

Yo estoy dispuesta a completar los cuatro puntos porque me parecen acciones muy nobles. Puedo decir con orgullo y gran felicidad que ya tengo un hijo y que he sembrado dos árboles (¿las plantitas también cuentan?). Por otro lado, estoy casi segura que este año queda listo mi libro. Y en cuanto a la donación de órganos, estoy haciendo lo que se requiere para que cuando sea el momento, alguien más tenga la oportunidad de seguir viviendo.

Y es que esto de la donación de órganos es todo un tema, querido lector. Muchas personas simplemente tienen miedo. Algunas más creen que es asqueroso. Otras, sienten que su cuerpo tiene que estar completo a la hora de ser enterradas. Están también los que se niegan a hacerlo porque están conscientes del problema de tráfico de órganos. Algunos creyentes se niegan a donar sus órganos para seguir lo estipulado por sus respectivas religiones.

Desgraciadamente, como en muchos otros temas, el motivo más grande por el cual la gente no dona sus órganos es porque carece de información. Tal vez no estén enterados que en México se estima que existen 18 mil pacientes que requieren un trasplante y que sólo se logran realizar  anualmente 5 mil.

O quizás no saben cuál es el trámite que tienen que realizar para poder ser donadores, como lo constaté hace unos días cuando me atreví a preguntar a mis contactos en facebook y twitter si estarían dispuestos a donar sus órganos. Realmente fue una grata sorpresa observar que la mayoría de los mensajes que recibí eran de personas que afirmaban que sí lo harían con mucho gusto. Lo triste es que no sabían cómo hacerlo y para ser donador en México la buena voluntad no es suficiente.

Le explico mejor, querido lector. Si usted toma la decisión de ser donador tiene que estipularlo por escrito y debe informarlo a su familia o a sus seres queridos. Esto es muy importante puesto que será precisamente la familia la que otorgue su consentimiento cuando le soliciten la donación de órganos y tejidos.

En México, la Ley General de Salud establece que todos los ciudadanos mexicanos son donadores de órganos pero se trata de donadores tácitos, es decir que uno no se convierte en donador automáticamente con la muerte, sino que tiene que haber un consentimiento por escrito.

Por eso es recomendable que platique con su familia de este tema. Yo sé que nadie quiere hablar de la muerte porque es un tema difícil, pero es mejor que todos conozcan su deseo de ser donador y que entiendan las razones por las cuales usted está dispuesto a dar ese paso, así será menos probable que alguien se oponga a ello.

Le decía que yo ya estuve investigando qué necesito hacer para poder donar mis órganos en su momento. ¿Y qué es lo que hay que hacer? Muy sencillo. Usted puede entrar al portal del Centro Nacional de Trasplantes (http://www.cenatra.salud.gob.mx/) y registrarse para obtener su tarjeta de donador voluntario. El proceso no dura más de 5 minutos. Una vez que usted llene sus datos, imprime su tarjeta y listo. Ya puede llevarla a todos lados.

Estar en una lista de espera para poder obtener un órgano es una situación terriblemente angustiante, una carrera contra el reloj.

Querido lector, ¿quiere usted dejarle un obsequio a la humanidad? ¡Regale vida!

- Amaya

jueves, octubre 06, 2011

Jobs


- Amaya 

Los planetas

Creo que ya les había contado que cuando era muy pequeña hacía cualquier tipo de gracias con tal de que mi mamá no me llevara a dormir, así que complacía a mi público bailando La negrita cucurumbé, recitando poemas, diciendo palabras en inglés, haciendo caritas y cosas por el estilo. 

Ya saben, mi vocación de estrella del espectáculo, jojo. Ah, siempre he vivido de los aplausos.

El caso es que un día de esos, mi público (o sea mis tíos y primos) me pedía que les dijera los planetas del sistema solar, que ya me había enseñado mi mamá. 

Efectivamente estaba dispuesta a decir los nombres de los planetas de un jalón porque sí que me los sabía, pero era una niñita, casi casi una bebé y necesitaba que alguien me ayudara un poco, por lo menos que me recordaran el primer planeta y ya con eso me soltaba recitando todos los demás. 

Así que cuando me vieron dudosa y necesitada de ayuda, alguien me quiso echar la mano y me susurró al oído para darme una pista:

- Mer... Mer... Merrrr...

Y entonces mi mundo se iluminó y grité entusiasmada:

- ¡MERCEDES!

Después de ese resbalón, no tengo que explicarles que esta anécdota es contada en todas y cada una de las reuniones con los Gallardo... 

- Amaya

miércoles, octubre 05, 2011

Lección de ortografía # 008

Chavos, hoy vamos a hablar de los diminutivos y para comenzar les lanzo la siguiente pregunta:

¿Cuándo se utilizan las terminaciones -cito, -sito y -zito?

¡Ajá! ¡Los engañé! ¡La terminación -zito (o -zita) NO EXISTE!

Supongamos que tienen la palabra "Abrazo". ¿Cuál sería su diminutivo? ¿"Abrazito"?

¡NO! ¡Jamás!

Recuerden la lección de ortografía # 001 Es algo similar. La "z" se transforma en "c". Si la palabra lleva una "z" en la última sílaba,  el diminutivo usará el sufijo -cito
  • Abrazo - Abracito
  • Lápiz - Lapicito
  • Panza - Pancita
  • Pedazo - Pedacito
  • Cereza - Cerecita 

¿Y cuándo usar la terminación -sitoÚnicamente cuando la palabra termine en "s" o la última sílaba lleve "s":
  • Luis - Luisito
  • Tomás - Tomasito
  • Oso - Osito
  • Casa - Casita
  • Rosa - Rosita
  • Discurso - Discursito
  • Japonés - Japonesito
  • Beso - Besito

Muy bien, espero que les haya quedado claro. Ya no quiero ver horrores como "abrazito", "cafesito", "japonecito". Lo CORRECTO es "abracito", "cafecito" y "japonesito".

Cualquier duda, estoy a sus órdenes.

- Amaya 

Incendios


El sábado pasado Aleks y yo fuimos a una obra de teatro estupenda. 

¡Buenísima! 

Se trata de Incendios, una pieza escrita por Wajdi Mouawad en la que los gemelos Julia y Simón reciben un testamento lleno de enigmas y tienen que resolver el misterio del silencio  absoluto de su madre durante 5 años antes de morir.

El productor es Diego Luna y por ahí leí una reseña en donde afirmaba que nunca se había encontrado  una obra que lo haya marcado tanto. 

Y tiene razón.

Durante gran parte de la obra estuve tratando de contener un caudal de emociones. Llegó un punto en el que ya no pude más y simplemente dejé que las lágrimas fluyeran y que esa conexión con los personajes se diera en todos los niveles. Hay diálogos que juro que quedaron grabados en mi mente y en mi corazón. 

Palabras de una fuerza y sabiduría enormes.


También es impresionante la fuerza del personaje principal. Su actuación es absolutamente conmovedora. Impecable. 

Parte de la historia se sitúa en la guerra del Líbano y aborda temas bastante complicados, llenos de carga ética y emocional. Conforme transcurre el tiempo, el espectador va descubriendo poco a poco lo que ahí ocurre. Es fenomenal. 

No sé qué más decir para que vayan a verla sin darles más pistas sobre la historia y arruinarles el final. Pero corran porque las presentaciones terminan el 16 de octubre.

Foro Shakespeare 
Zamora No. 7, casi esquina con Veracruz
Col. Condesa


- Amaya 

lunes, octubre 03, 2011

Dormilones

Mis amores dormilones. 
No me pregunten cómo es que el pequeño Alex se queda dormido sentado porque yo tampoco lo entiendo. 

- Amaya