viernes, agosto 18, 2006

Tras bambalinas

Me sorprende el número de historias que surgieron el día de la boda... Digamos que hay una historia común que muchos compartimos y que puede parecerse mucho a la mini crónica que escribí hace poco, aunque relatada desde mi trinchera... Puede ser que sí exista este hilo conductor, pero si hacemos un close-up es posible observar una cantidad enorme de pequeños mundos, de anécdotas personales, de comentarios chuscos, de complicidades entre grupos, de historias invisibles.... Es algo así como "Lo que no se vio"... El backstage... ¡Lo que hubiera dado por tener un micrófono en cada una de las mesas y escuchar todo lo que ahí se dijo!
Algunas de estas historias llegaron a mis oídos, pero sé que muchas de ellas se quedarán a lado de aquellos que las vivieron y que no irán más allá... Son pasajes anónimos que siguen siendo piezas del rompecabezas del 29 de julio de 2006.
Cuchillos enterrados. Declaraciones de amor frustradas. Atracos en medio de la calle. Reencuentros familiares. Mensajes inoportunos. Olvidos inaceptables. Máscaras de luchadores. Bailes increíbles. Pozoles impuntuales. Fotografías mañaneras. Ramos inesperados. Lluvias postergadas. Nuevas amistades. Primos mentirosos. Cumpleaños olvidados. Llantos sinceros. Canciones detonadoras. Guiones de película. Miradas lujuriosas. Simpáticas necedades. Rosarios perdidos. Ligas de la discordia. Vestidos provocadores. Cantos de guerra. Bebidas infinitas. Actos de magia. Floreros codiciados. Regalos anónimos...
- Amaya

jueves, agosto 17, 2006

Escribiendo historias

Escribir es contar una historia en primera persona y guardarla en papel para que el olvido no la destruya. Es jugar con las palabras y nutrirlas con nuestros sueños, con nuestros desencantos y con todas esas ideas locas que nos visitan de vez en vez. Escribir es madurar. Es recorrer el camino y leer esos pasajes llenos de desaciertos y darnos cuenta que de algo nos han servido. Es comprobar la frecuencia con la que repetimos los patrones. Al leer nuestro diario saltan a la vista los mismos errores. ¿Podemos cambiar? Sí. Con la voluntad, el tiempo y la ayuda de las coincidencias podemos despojarnos de esas ropas de inmadurez con las que nos sentimos tan cómodos. Tan cómodos, pero tan niños…

Escribir es dejar una herencia. Es evitar que nuestra voz se apague. Es dejar un testimonio de lo que hicimos con nuestra vida. Es darle un pasado a nuestro futuro. Es como plantar un árbol y verlo crecer. Los cambios son imperceptibles con el día a día, pero al pasar los años, si observamos mejor, podemos maravillarnos con esos pasos gigantes y esos riesgos tomados apostándolo todo al éxito. Y todo por seguir viviendo. Por seguir construyendo lazos…

Escribir es hacer un diagnóstico de nuestras jornadas. Es reconciliarnos con el mundo y con nosotros mismos. Es analizar el porqué de nuestras acciones, a veces tan absurdas, a veces tan explosivas. Es conducir por la vida mirando de vez en cuando por el retrovisor y apreciar el camino recorrido. Qué fácil es reírse de uno mismo con todas esas ocurrencias y anécdotas vividas a lado de nuestros amigos. Qué duro es acordarse de aquellas lágrimas que disolvieron alguna vez la tinta de una pluma que se desahogaba en el papel y se asfixiaba de dolor…

Escribir es el recurso del náufrago, que lanza una botella a la inmensidad del océano con la esperanza de que alguien la encuentre y lo libere de esa isla desierta. Pero también es la herramienta de aquellos que no pueden hablar, pero no porque no tengan voz, sino porque sus manos son más elocuentes que sus gargantas…

Escribir, amigos, es trascender el tiempo y el espacio. Es gritar con orgullo “¡Aquí estoy!”. Es conocernos por dentro. Es descubrir todo nuestro potencial y también toda nuestra bajeza. Es encontrarnos de frente con nuestros sentimientos más nobles y nuestros pecados más viles. Escribir es encontrar nuevas dimensiones de nosotros mismos. Es crear historias. Formar personajes que nunca pudimos ser. Es reír. Es llorar. Es luchar. Es soñar…

Escribir es liberarse de la soledad…

Escribir es vivir…

- Amaya

Segundo aniversario

Un día como hoy, 17 de agosto, pero del año 2004 comencé con esta onda del blog... Y sigo todavía con las ganas de plasmar aunque sea una pequeña parte de todas las palabras que llenan mi mundo...
- Amaya

miércoles, agosto 16, 2006

El Brindis

"Nada de lo que realmente trascenderá es fruto de la casualidad sino de la coincidencia."
"Esa magia que hace posibles cosas como la amistad, como el amor. Dos sentimientos cuya mayor virtud es hacer posible el encuentro. Encuentro como este, que nos honran y en que honramos a dos que hoy en comunión siguen su senda de coincidencias. Para ellos, Amaya, Alex: ¡Amistad, amor y toda la luz!"
-Papá Pipo, 29 de julio de 2006.

martes, agosto 15, 2006

La crónica según Amaya (3a parte)

Mientras comíamos disfrutamos del espectáculo que nos dio una niña lindísima que en su afán de ser avión, daba vueltas con sus brazos extendidos y con el repique de sus zapatillas por toda la pista. Ella era incansable...

Por otro lado, estaban los Gallardo brindando cada 5 minutos con todos esos bríos que les dio la herencia de Carmelita. La mesera se convirtió en su mejor amiga... Los invitados se acercaban a felicitarnos... El mesero era puntual con nuestras bebidas... Los saludos de larga distancia entre la mesa 8 y la mesa 27. "Otro taquito de barbacoa por favor." Las LRI riéndonse de buena gana... Mi hermano desaparecido... Alex un tanto distraído... Los Bee Gees en el aire... Y de repente, el anuncio de un brindis que nos enganchó con esas palabras tan sencillas, tan ciertas y tan nuestras... COINCIDIR, esa es la clave... Papá Pipo fue elocuente...

El pastel ni siquiera lo probamos. Ya estábamos esperando los rituales de las bodas. Rituales que parecieron extraños a los ojos de la familia y los amigos que venían de fuera. "¿El baile de la cola?", preguntaba Goretti... La botella fue para el Sapo, que en 5 minutos ya era otra persona... La liga iba dirigida a Pedro, pero finalmente terminó en las manos de Jaime, que ya lleva 3 en su haber... El ramo fue para mi prima Jani, quedando todo en familia...

Ahora sí, que comience el bailongo!!

- Amaya

La crónica según Amaya (2a parte)

El camino hacia el hotel lo hicimos pensando en que nos quedaba muy poco tiempo para la boda por el civil. "¿Y si se va el Juez? ¡Moisés, ya no pases al Oxxo por las chelas, vámonos directo al Terranova!" Finalmente llegamos con 5 minutos de retraso, pero el Juez no estaba todavía ahí, así que decidimos esperar en el interior para evitar los calores.
Llegó el Juez y nos acercamos al río donde ya estaba todo listo para la ceremonia. Miré a mi alrededor y me di cuenta que todo estaba perfecto. El sol brillaba espléndido, el río era una franja plateada que combinaba perfecto con los colores del jardín y el azul del cielo. Las damas de honor no se perdían con sus vestidos naranja. El Juez terminó su discurso con un "Que Dios los bendiga" que le quitó todo lo laico que yo esperaba. Recitó las palabras con un sólo olvido, que pasó casi inadvertido gracias a su asistente. Ya después nos enteramos que entre los invitados rondaba el rumor de que el Gobernador Fidel Herrera nos había enviado sus saludos cordiales...
El arco de flores que teníamos detrás de nosotros era el marco ideal para las fotos. Y así lo pensaron todos los invitados y después de cientos de flashazos de cámaras de todos los tamaños, colores y calidades, nos fuimos a bailar el vals. Sólo bastaron las primeras notas para que mi cuerpo se llenara de recuerdos. Todavía guardo en mi celular ese mensaje del 27 de enero de 2005 donde leí por primera vez la letra de esa canción que curiosamente describía con detalle todo lo que sentía...
Después de bailar con nuestros papás, familia y amigos, nos sentamos a comer. No había nada de que preocuparnos, todo estaba saliendo bien y faltaban aún muchos momentos por disfrutar...
- Amaya

La crónica según Amaya (1a parte)

Fue un sábado 29 de julio. Un día único. Desde que me subí al auto empecé a fotografiar en mi mente todas las imágenes que flotaban a mi alrededor. Los autos pasaban lentamente y la gente volteaba a mirarme con una sonrisa. En la radio apenas se escuchaba una canción. La canté en silencio... "El gato que está triste y azul..." Avanzábamos despacio. Moisés me preguntaba si estaba nerviosa. No lo estaba. Disfrutaba cada color, cada nota, cada movimiento...
Cuando dimos la vuelta en la calle Tamaulipas, eran las 13:14 hrs. Todos estaban esperando. El primero que se acercó fue mi primo Luis. Me abrió la puerta. Enseguida llegó Alex. Mis papás ya estaban ahí. Yo saludaba a todos con la mirada. Y la sonrisa no se separaba de mis labios. Mis papás me tomaron de los brazos y caminamos todo el pasillo. Toda esa gente viéndonos. Esa Capilla estaba llena de emociones. Se sentía en el aire.
Al final del pasillo estaba Alex. La misa transcurrió y el momento en el que nos tomamos de las manos y nos vimos de frente para comprometernos fue mágico. La fuerza del instante me rebasaba. La emoción nos llegó a los ojos y se convirtió en lágrimas. No había dudas. La fuerza de las palabras llegó a los corazones. Estábamos seguros de todo. Era un compromiso con nosotros, con Dios, con nuestros amigos, con nuestra familia, con el destino... El mundo fue testigo de ese momento. El Padre nos decía: "Lo que Dios unió, no lo separará el Hombre", y reforzaba nuestra convicción.
Llegó el momento de la Comunión. Y verdaderamente lo que sentí fue una comunión, con Alex, con toda esa gente, con ese templo, con esa calidez y con esa canción... "Como una promesa, eres tú, eres tú. Como una mañana de verano. Como una sonrisa, eres tú, eres tú. Así, así, eres tú..." Susana estaba cantando. Me quedé sin palabras. Nos fascinó...
El Padre llamó a nuestros papás. Hubo una bendición y un perdón implícito. Y se formó un nudo en mi garganta. Era el anuncio de unas lágrimas inminentes. Ya éramos una sola familia. Y teníamos el nuevo compromiso de mantenerla unida.
Con ese compromiso y con la sonrisa en los rostros salimos de la Iglesia en medio de una lluvia de burbujas y el calor de nuestra gente...
- Amaya

lunes, agosto 14, 2006

Momentos

"Hay momentos en la vida que son verdaderamente momentáneos."

- Mario Moreno "Cantinflas"