miércoles, noviembre 23, 2005

Cafeína

(O cómo los trabajos finales me vuelven loca)

Tanta cafeína en mi cuerpo me ha hecho abandonar la monografía que estoy escribiendo para una conocida clase de maestría y comenzar a abrir mi mente a nuevos horizontes menos académicos y más mundanos (fumados, para ser más precisos).

Para empezar, quiero hacer un pequeño homenaje a Bon Jovi desde este rincón cafetero. Es realmente prodigioso escuchar sus canciones tantas veces sin llegar a aborrecerlas. Por eso, hoy por hoy, agradezco a Mr. Jon Bon Jovi por tantos ratos de placer (musical, claro).

¿Alguna vez has fumado marihuana? No, yo sé que no. Ni siquiera has fumado un cigarro completo en toda tu vida. ¿Tendrá el mismo efecto que la cafeína? Porque empiezo a sentir que estoy hablando de “n’importe quoi”. Eso me recuerda a la historia del muffin… Si les interesa, mándenme un mail y con mucho gusto les contaré.

Sigamos con lo nuestro que es el café. Una, dos, tres, cuatro, cinco tazas… Creo que ya debo parar o no dormiré en lo que queda del 2005.

¿Qué puedo decir? La esquina inferior derecha de la pantalla me dice que son las 00:12 hrs. y todo indica que no dormiré esta noche. Pienso en las cosas que tengo que hacer esta semana. Entregar trabajos. Arreglar unos papeles de la beca. Pagar un par de deudas. Tomar 2 litros de agua diariamente. Contestar el evaluanet. Dar de baja el servicio médico para el próximo semestre. Mandar unos mails. Llevar mi chamarra a la tintorería. Comer mucha fibra. Comprar algo de comida para que ese refrigerador no se vea tan miserable cada vez que lo abro. Ver la tele. Ah, no. Lo olvidaba. No tengo tele.

¿Hay café todavía? Bueno pues tráigame otra tacita entonces. Total, ya ni efecto me hace. Oigan, ¿no se han fijado que las flores de ese cuadro de la sala se mueven de un lado a otro?

Voy a detener esta perorata de una vez por todas. Basta ya.

¡A trabajar!

¿Y mi café?

- Amaya

viernes, noviembre 04, 2005

Gritos anónimos

Eran las 2:50 am cuando desperté. La música electrónica retumbaba en mis oídos y no podía creer que a 50 metros de mi edificio existiera una cantinucha llamada “La pistería”, que sobrevivía sin pena ni gloria, pero que no dejaba dormir a los vecinos con su pésimo gusto musical y sus elevados decibeles.

Por más que me retorcía en mi cama no lograba dormir. Cerré la ventana. Nada. “Pinche música jodida”, gritó mi cerebro, pero tampoco fue de gran ayuda.

De repente, escuché, como a dos departamentos del mío, el grito frustrado de alguien que, al parecer, estaba viviendo el mismo tormento que yo.

- ¡Apaguen esa música! ¡Queremos dormiiiiiiiiir! ¡Apáguenleeeee!

Como un resorte me levanté, abrí la ventana y grité yo también con todas mis fuerzas, casi expulsando los pulmones y uniéndome aquel grito anónimo:

- ¡Está horrible esa músicaaaaaa! ¡Y yo también quiero dormir! – me desahogué.
- ¡Apágala yaaaaa cabrón! Son las tres de la madrugada, ¡no mames! – un tercer grito que se unía al ruego.

Ahí estábamos los tres gritos anónimos, tratando por todos los medios que le bajaran a esa pinche música. Y no sé cómo explicarlo, pero hubo un momento en el que, independientemente de mi frustración de no ser escuchada, sentí la unión con aquellas dos personas cuyos nombres y rostros desconocía. Eso es solidaridad y no chingaderas, pensé.

Llamé a la policía. Llegó 10 minutos después. Cuando vimos la patrulla nuestros gritos se intensificaron para denunciar nuestro enojo. Ah, ¿no que no le bajaban? Por fin terminó el tormento.

Regresé a la cama. Intenté dormir. Inútil.

3:35 am

Prendí la luz. Leí el prólogo de “El lobo estepario” de Herman Hesse. Qué vida tan tormentosa la del escritor.

3:55 am

Me levanté por un vaso con leche. Pensé un rato en la mortalidad del cangrejo.

4:05 am

De nuevo a la cama. Una vuelta, dos, tres… Le volví a mentar la madre a “La pistería”.

4:15 am

Empiezo a cerrar los ojos… Pienso en Aleks… Tomo el celular y cambio la alarma. Veo por última vez el reloj: 4:18 am.

- Amaya

Green Toronto

Hojeando la revista Vuelo, me topé con un artículo sobre un proyecto de turismo ecológico urbano en la ciudad de Toronto (Canadá) y simplemente me encantó. Los invito a leer un extracto del relato de unos viajeros que recorrieron “el camino verde” y de paso les presento 10 de los lugares más cool que visitaron… Bon voyage!

-
Amaya


"¿Cómo acostumbrarnos a viajar? Normalmente, cuando llegamos a una ciudad desconocida, seguimos las clásicas formas que el paseante busca para pasar esos días en el máximo confort posible: tomamos taxis hacia todos lados, nos hospedamos en hoteles de lujo, cenamos en restaurantes trendy y hasta buscamos los lugares más in para la diversión. Nada mal, pero ¿qué tal si nos damos la oportunidad de conocer la misma ciudad desde una mirada ecológica? ¿Imposible? No".

"Aterrizamos, fotógrafo y reportero, en Toronto, ciudad famosa por ser una de las cinco mejores opciones del continente para hacer negocios. Encontramos una urbe noble, organizada y propositiva, que está realizando acciones en su propio entorno para elevar la calidad de vida de sus habitantes".

"Para mis propósitos de fin de semana, consigo el mapa verde: es el tour Green Toronto Map, el cual te lleva de la mano por todos los recovecos sustentables, orgánicos, reciclables y ambientalistas de la ciudad".

1. Toronto Music Garden. Es un jardín botánico que interpreta, a través de las flores, la Primera suite para cello, de Bach.

2. Wheel Excitement. Una tienda que vende y renta bicicletas. En casi todas las avenidas de Toronto hay carriles exclusivos para la circulación de los ciclistas.

3. Toronto Island Park. En esta pequeña isla se puede disfrutar la tranquilidad del bosque, deleitarse con las casitas estilo victoriano o simplemente comer en algún pequeño restaurante de comida orgánica.

4. Mountain Equipment Coop. Una tienda de artículos para deportes de aventura. Aquí se puede encontrar incluso ropa hecha con fibras orgánicas.

5. Barrio de la Destilería
. Zona conocida por concentrar un buen número de restaurantes, galerías de arte y grupos de jazz que tocan al aire libre.

6. Cervecería Miller St. Brewery. En este lugar producen una mezcla de cerveza orgánica con café llamada Coffee Porter… (Qué rico!!!)

7. Grass Roots. El paraíso de los ambientalistas. Aquí se venden productos naturales para la limpieza de la casa, ropa producida con fibras naturales y cáñamo, jabones biodegradables, pañales reciclables para el bebé, semillas orgánicas, etcétera.

8. Karma Food Co-op. Una tienda de productos alimenticios que promueve y apoya la venta de alimentos orgánicos locales. Lo genial de esta tienda es que los clientes son los mismos dueños y funciona como cooperativa. Los precios solamente cubren los gastos de los productos y si existe alguna ganancia, ésta se reinvierte en el lugar. Si eres socio, con dos horas que trabajes en la tienda, tendrás 10% de descuento en las compras.

9. Riverdale Farm. Es un lugar que funciona como mercado y como granja donde los agricultores de la región van a vender sus productos y donde se crían cerdos, cabras y aves de corral. Además, funciona también como escuela, ya que en vacaciones se imparten clases de arte y educación sobre el medio ambiente para niños.

10.Fairmont Royal York. Hotel que se hizo acreedor en junio de 2005, a un cheque de 50,000 dólares por reducir considerablemente su consumo de agua. En su azotea existe un jardín donde se cultivan alimentos para consumo en el restaurante del hotel. Además, cuenta con un programa interno para reciclar toda su basura y toda la comida sobrante en las convenciones es donada a distintos orfanatos.

jueves, noviembre 03, 2005

Arturo Montiel

Ante los hechos ocurridos el pasado 20 de octubre, cuando el ex gobernador mexiquense, Arturo Montiel, declinó a competir por la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, nos quedan serias dudas respecto a su comportamiento ético y a la credibilidad del proceso de elección interna de dicho partido político.

Todo comenzó el 10 de octubre después de haber sido revelados algunos datos comprometedores de las propiedades y cuentas millonarias del candidato Montiel y algunos miembros de su familia. Durante esos días turbulentos, Montiel se quejó de una campaña en su contra para tratar de desprestigiarlo debido a sus posibilidades reales de triunfo.

Tal vez Montiel tenía razón al denunciar la existencia de actores que pretendían debilitar su candidatura; sin embargo, el punto medular del asunto, es decir, las acciones ilícitas, ni siquiera fueron negadas.

El tema resulta por demás interesante debido a la trascendencia de las elecciones a realizarse en el 2006. Ese será el momento decisivo para constatar la solidez de la democracia en México. ¿Seremos testigos de una transición, una consolidación, una nueva alternancia sin cambios reales o, de algo peor: una recesión?

Lo ocurrido en el seno del PRI no es un hecho menor. Es la prueba máxima de una carencia total de ética en la política. Montiel no es un político, resultó ser un ladrón de cuello blanco. No es un líder, es un demagogo. Es aquel que vulgarmente se aprovecha del lugar privilegiado que ocupa dentro de la clase política y busca el interés propio, olvidándose de la responsabilidad que tiene como gobernante de procurar el bien común. En el caso de Montiel el interés público quedó opacado por el propio.

Pero entonces, ¿qué podemos concluir nosotros de este lamentable episodio de la política mexicana?

En primer lugar, está el tema de la credibilidad y la confianza perdidas. Estos son dos aspectos fundamentales en la relación entre el político y la sociedad. Es, en muchos casos, la clave del éxito del líder. Es el punto de partida para la realización de cualquier proyecto. Un político sin el apoyo popular no es nadie. A menos que se convierta en una especie de tirano moderno.

Por otro lado, cabe señalar la posición de ventaja en la que ahora se encuentra Roberto Madrazo al ver ya libre el camino para convertirse en el candidato del PRI a la Presidencia de México. Otro personaje de dudosa moralidad.

Por último, habrá que ver qué le espera a este país pletórico de políticos sin escrúpulos y de ciudadanos casi imaginarios.
- Amaya

miércoles, noviembre 02, 2005

Slow Attitude

Chicuelos y chicuelas, aquí les paso este texto que le llegó a mi novio hace unos días por mail y que expresa perfectamente la forma en la que yo quiero vivir... Es toda una filosofía, espero que les guste (y que la apliquen!)
- Amaya
¿Por qué siempre tenemos prisa para todo? ¿Podemos vivir más despacio?
En la actualidad, hay un gran movimiento en Europa llamado "Slow Food". La Slow Food International Association, cuyo símbolo es un caracol, tiene sucentral en Italia (el site en la Internet es muy interesante, visítalo). Lo que el movimiento Slow Food predica es que las personas deben comer y beber lentamente, dándose tiempo para saborear los alimentos, disfrutando de la preparación, en convivencia con la familia, con los amigos, sin prisa y con calidad. La idea es contraponerse al espíritu del Fast Food y lo que éste representa como estilo de vida. La sorpresa, por tanto, es que ese movimiento de Slow Food está sirviendo de base para un movimiento más amplio llamado Slow Europe como resaltó la revista Business Week en una de sus últimas ediciones europeas. La base de todo está en el cuestionamiento de la"prisa" y de la "locura" generada por la globalización, por el deseo de"tener en cantidad" (nivel de vida) en contraposición a la "tener encalidad", "calidad de vida" o "calidad del ser".
Según la Business Week, los operarios franceses, aunque trabajen menos horas (35 horas por semana) son más productivos que sus colegas norteamericanos o británicos. Y los alemanes, que en muchas empresas ya implantaron la semana de 28,8 horas de trabajo, vieron su productividad aumentar en un elogiable 20%. Esa llamada "slow attitude" está llamando la atención hasta de los norteamericanos, discípulos del "Fast" (rápido) y del "Do it now" (Hágalo ya).
Por tanto, esa "actitud sin prisa" no significa hacer menos, ni tener menor productividad. Significa sí, hacer las cosas y trabajar con "más calidad" y "más productividad", con mayor perfección, con atención a los detalles y con menos "stress". Significa retomar los valores de la familia, de los amigos, del tiempo libre, del placer del buen ocio, y de la vida en las pequeñas comunidades. Del "aquí" presente y concreto, en contraposición contra lo "mundial" indefinido y anónimo. Significa retomar los valores esenciales del ser humano, de los pequeños placeres de lo cotidiano, de la simplicidad de vivir y convivir y hasta de la religión y de la fe. Significa un ambiente de trabajo menos coercitivo, más alegre, más leve y por lo tanto, más productivo, donde los seres humanos realizan, con placer, lo que mejor saben hacer. Es saludable pensar detenidamente en todo esto. ¿Será posible que los antiguos refranes "Paso a paso se va lejos" y "La prisa esenemiga de la perfección" merezcan nuevamente nuestra atención en estos tiempos de locura desenfrenada? ¿Acaso no sería útil que las empresas denuestra comunidad, ciudad, estado, país, empiecen ya a pensar en desarrollar programas serios de "calidad sin prisa" hasta para aumentar la productividad y calidad de los productos y servicios sin necesariamente perder "calidad del ser"?
En la película "Perfume de Mujer" hay una escena inolvidable, en la que el ciego (interpretado por Al Pacino) invita a una muchacha a bailar y ellaresponde: "No puedo, pues mi novio va a llegar en pocos minutos". A lo que el ciego (Al Pacino) responde: "Pero es que en un momento, se vive unavida..." y la saca a bailar un tango. Y el mejor momento de la película es ésta escena de sólo unos segundos.
Muchos viven corriendo detrás del tiempo pero sólo lo alcanzan cuando mueren ya sea de un infarto, o un accidente enla autopista por correr para llegar a tiempo. Para otros que están tan ansiosos por vivir el futuro que se olvidan de vivir el presente, que es el único tiempo que realmente existe. Todos en el mundo tenemos tiempo por igual pues nadie tiene ni más ni menos que 24 horas por día. La diferencia está en el empleo que cada uno hace de su tiempo. Necesitamos saber aprovechar cada momento, porque, como dijo John Lennon, "la vida es aquello que sucede mientras planeamos el futuro".