lunes, mayo 09, 2011

Cuando bailar se torna peligroso

Hace unos días fue el cumple de mi hermano y, como siempre ocurre en estos casos, me puse a reventar una que otra neurona recordando los viejos tiempos...

Tal vez ustedes no lo sabían, pero Pável y yo nos peleábamos muchísimo. Mientras yo me la vivía diciéndole que era un chillón y le ponía miles de apodos, él se la pasaba acusándome de todo lo que hacía y se encargaba de que mi mamá me regañara y castigara por cosas insignificantes. 

Hay un chorro de anécdotas y nomás de acordarme de ellas me doblo de la risa, pero por esta ocasión, les voy a contar una que jamás olvidaré:

Resulta que un día estábamos Pável y yo viendo la tele en el cuarto de mi mamá. Calculo que Pável tendría un año y yo unos 8 años, más o menos. Nos sentamos en el piso y la tele nos quedaba alta, así que yo me la pasé con la vista arriba todo el tiempo.  En una de esas, pasaron algo en algún programa que me hizo ponerme a bailar, así que me paré del suelo mientras Pável seguía jugando sentado y empecé a danzar, siempre con la vista fija en la tele. 

Y ahí andaba yo, feliz de la vida, retozando y deslizándome por el piso cuando, de repente, me llega un olor putrefacto...

¡CACA! ¡Sí, caca en todo el piso!  ¡Caca en mis calcetines! ¡Caca en la ropa de Pável! ¡Por eso me deslizaba con tanta facilidad al bailar por el cuarto! 

Y el Pável ahí en el suelo jugando como si nada, ni enterado que se había aventado una caca mo-nu-men-tal.

Ahora sólo les puedo decir que mi hermano es un hombre de bien que ha abandonado esa fea costumbre de hacerse en el piso, jaja. 

¡Feliz cumple, Pável!

- Amaya 

1 comentario:

lin dijo...

SI, MUY FELIZ CUMPLE CHIQUIRRO.