Cuando iba en primer semestre de la carrera, llevaba una clase que se llamaba "Understanding cultures of the world". La clase era en inglés y la daba un profesor de Estados Unidos del cual yo estaba enamoradísima: Michael Blazier.
Tengo que confesar que ir a esa clase era de lo mejor. Era la última clase que tenía en el día antes de irme a comer y me fascinaba porque éramos como ocho alumnos nada más, tres de los cuales estudiábamos Relaciones Internacionales y las discusiones se ponían buenísimas.
La dinámica era muy simple. Casi siempre teníamos un examen rápido y después debatíamos sobre alguna lectura que nos había encargado Mr. Blazier la clase anterior. La verdad es que yo vivía encantada con todo lo que aprendía, con las discusiones, con mis compañeros, con mi profesor y con mi libro.
Ah, el libro. Fue mi biblia durante mucho tiempo, hasta que lo perdí (me lo perdieron, mejor dicho). Lo malo del asunto es que cuando quise comprarlo de nuevo -recientemente- no me pude acordar del nombre por más que busqué en internet. Nada. Mi cerebro sólo me daba el nombre de la clase pero no el nombre del libro.
Entonces decidí buscar a Mr. Blazier en facebook. ¡Y lo encontré! Así que le mandé un mensaje para saludarlo y pedirle el nombre del libro. Casi lloro de la emoción cuando por fin me dio el nombre: Ourselves among others: Readings from Home and Abroad, de Carol J. Verbug (compiladora). ¡Claro! ¿Cómo se me pudo haber olvidado?
Es un libro maravilloso. Se trata de una recopilación muy buena de lecturas de diferentes autores del planeta que escriben sobre problemáticas distintas de sus países. Y lo que más me gusta es que de un tema determinado, generalmente hay dos o tres lecturas con enfoques distintos, como para tener una visión más completa.
Recuerdo particularmente un texto sobre un periodista israelí que tenía como misión hacerse pasar por palestino para trabajar como ayudante en casa de una familia israelí con el fin de escribir la historia que quería. Suceden muchas cosas en el relato, pero lo que le pareció increíble al periodista es que un día, mientras estaba en la cocina, llegó la hija adolescente de la familia con su novio y empezaron a besarse y acariciarse sin pudor alguno frente a él. El periodista pensó al principio que no lo habían visto, pero al darse cuenta que esto era imposible, llegó a una terrible conclusión: A los ojos de aquella familia israelí, él -como palestino- era tan insignificante que no les importaba que estuviera presente, era invisible.
En fin. Esa es sólo una de las muchas lecturas del libro. Comprenderán que no pude resistir la tentación y hace poco lo pedí en Amazon. Todavía no llega, pero creo que ya falta poco.
¡Qué emoción!
- Amaya
3 comentarios:
Claro, en esa clase de Understanding cultures of the world fue donde Gora y yo nos hicimos amiguitas! pero nuestro profe no rea tu querido mr. Blazier, era una ñora.
Oye Guayabis, pero nuestro libro era por la misma autora, con un titulo muy similar pero con portada verde:
Making Contact: Readings from Home and Abroad
by Carol J. Verburg
y hay traducción al español de ese libro?, me gustaría leerlo
Me encanta leer este tipo de post... :)
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