Mala hierba nunca muere

¿Quién lo iba a decir? Cuando vivimos el golpe letal que asestó la alternancia política del 2000 al priísmo, nunca nos imaginamos que aquel ente resucitaría en tan poco tiempo y con tanta fuerza.

Hoy por hoy la maquinaria priísta busca el retorno al poder. Sí, ese priísmo autoritario y paternalista que gobernó México por más de 70 años quiere regresar a la cúpula política. El poder es altamente adictivo y la "familia revolucionaria" lo sabe y lo añora.

El 2006 puede ser la fecha del ansiado regreso. El PRI comienza a cerrar filas. La unión es imprescindible. El aprovechamiento de todos sus recursos es evidente. Los viejos lobos de mar transmiten toda su sapiencia a los novatos. El priísmo es capaz de unir las artimañas de Madrazo y el atractivo rostro de Peña Nieto. Van con demagogia. Van con spots. Van con compromisos firmados ante notario público. Van con todo el poder que la estructura de un partido creado en 1929 les puede dar. Van con Montiel, Jackson, Martínez y Yarrington. Van con la Maestra Gordillo. Van con toda la publicidad de la Fundación Carlos Madrazo. Van con todo y por todo. Sí, porque llegar a la presidencia de México es un juego de suma cero. El que gana, lo gana todo. El que pierde, desaparece de la escena política.

Dicen los que saben que el pueblo no tiene memoria. Empiezo a creer que es cierto. ¿Cómo es posible que no nos asuste el fortalecimiento del priísmo? ¿Acaso ya nadie recuerda el 2 de octubre de 1968? ¿El dispendio excesivo de López Portillo? ¿El fraude de 1988? ¿Los excesos neoliberales del salinismo? ¿La violencia de 1994? ¿El levantamiento zapatista en Chiapas? ¿El error de diciembre? ¿La indiferencia de Zedillo hacia la miseria?

No cabe duda que mala hierba nunca muere... El priísmo puede regresar a Los Pinos. ¿Quién es el culpable? Tal vez la ineficiencia del gobierno actual. O quizás la experiencia del aparato tricolor. Pero, desgraciadamente, el que carga con la mayor parte de la culpa (y el castigo) es el pueblo de México. Y todo por culpa de esa maldita y mala memoria que nos traiciona una y otra vez...

- Amaya