Estas últimas semanas han estado llenas de decisiones. Han sido días que me han servido para comenzar una colección de pequeñas victorias que van marcando graciosamente el rumbo de mi vida.
Todo se ha hecho poco a poco. Paso a paso. Avances casi imperceptibles. Pero cuando miro hacia atrás, me sorprende ver que esas pequeñas victorias representan todas mis luchas destinadas a una meta final cuyo camino tiene que ser trazado por mí, tan sólo por mí.
Es ahí donde me viene a la mente aquel poema convertido en canción: "Caminante son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino se hace camino al andar..."
Todavía faltan muchos objetivos por cumplir. Hay tantos planes. Tantos proyectos. Lo importante es empezar a tomar en cuenta lo que es realmente importante en la vida. Establecer prioridades y a partir de ahí, plantear metas diarias.
Llegar al final del camino será la recompensa más grande...
- Amaya
1 comentario:
A lo mejor la recompensa más grande no es llegar al final del camino, sino caminarlo...
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