Mucho se ha dicho acerca de la crisis de los partidos, particularmente en los últimos años. Se dice que se han convertido en mafias, que han ido perdiendo su ideología, que lo único que les importa es el poder, que se hacen de grandes cantidades de dinero a costa de la población, que carecen de valores, que no han sabido canalizar las demandas de la sociedad, que ya no son efectivos, etcétera.
Tal vez todo esto sea cierto, pero en todo caso me parece que lo que está en crisis no son los partidos per se, sino la percepción que tienen los ciudadanos de ellos.
Es cierto que hoy en día existen muchos organismos que se han ido apropiando poco a poco de algunas funciones que solían desempeñar los partidos políticos. Algunos temas relacionados con el medio ambiente y los derechos humanos, entre otros, han sido tomados como bandera por algunas organizaciones no gubernamentales, debido en gran parte a la falta de interés de los partidos por atender este tipo de inquietudes provenientes de ciertos sectores de la sociedad civil.
Sin embargo, y esto creo que es trascendental, hay temas que siguen teniendo un gran peso en el mundo de la política y que tienen que ver con cuestiones de empleo, seguridad pública o finanzas, cuyas características dificultan que sean tratados por otros actores que no sean los partidos políticos, razón por la cual me parece que definitivamente no está en juego la supervivencia de los mismos.
Actualmente, resultan bastante cuestionables muchas de las acciones llevadas a cabo por los partidos políticos. La mayoría de la población se dice decepcionada de ellos y sin embargo, no promovemos las candidaturas ciudadanas, por ejemplo. En este sentido, me resulta claro que todavía seguimos viviendo una dinámica de partidos y que seguiremos todavía así por lo menos en el mediano plazo.
A manera de conclusión me gustaría señalar que más que una crisis de los partidos políticos creo que tenemos que hablar de un descrédito. Yo no creo por ningún motivo que la crisis sea fatal. Creo que más bien se trata de una cuestión pasajera. En todo caso, no sólo los partidos políticos son las víctimas de las críticas de la sociedad, podemos decir que la política en general se ha visto ensombrecida por este descrédito y en la medida en la que se logren canalizar las demandas de la sociedad y tratar de resolver sus problemas más urgentes, estas críticas disminuirán.
- Amaya
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