Hay veces que vamos por la vida con una inercia tan evidente que la alienación se apodera de nuestras mentes y nos convertimos en autómatas. Nos invade la rutina. Nuestros movimientos están predeterminados. Dejamos de pensar y de sentir. Todo es automático. Hasta que sucede algo que nos hace regresar al mundo y recuperar la esencia del ser humano. Alguna fibra de nuestro cuerpo se reacomoda. Y de repente cambia nuestra mirada. Ahora ya podemos ver todo claro y no esas nebulosas imágenes que solíamos tener en el deambular sin conciencia. Recuperamos la vida. Comenzamos a valorar el tiempo y hasta nos quitamos las sandalias "por no herir a las piedras del camino". Maduramos...
En cierta forma esto es lo que sucede en la película alemana "La vida de los otros" (nominada al Oscar como mejor película extranjera), donde el poder de cambiar y la esencia del ser humano son los ejes alrededor de los cuales gira la historia.
"La vida de los otros" es una película que inspira, que conmueve, que nos hace reflexionar sobre el motor de nuestras vidas, pero sobre todo, que nos regresa la fe en el ser humano.
- Amaya
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