Llegamos al Valle del Silencio en la Marquesa y no saben qué rico estuvo todo: la caminata, el granizo, los resbalones, la comida, el cafecito, la chimenea, la plática con los cuates...
Tacos, quesadillas, sopa de hongos, todo riquísimo... Atáscate güero!!
Mi amor lo primero que hizo fue pedir su chela para aguantar la travesía.
Y aquí podemos ver que tienen "cervicio" WC y ahí mismo encuentras las quesadillas, jaja!!
Los Alpes suizos se quedan pendejos...
La Iglesia del pueblo. En la mera cima del cerro... Todo lo que caminamos para que nos perdonen nuestros pecadillos...
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