viernes, octubre 02, 2009

2 de Octubre

4 comentarios:

Anónimo dijo...

tristes recuerdos de una época juvenil llena de esperanza , de deseos de cambios en muchos aspectos, pérdidas importantes, y ahora rabia de ver que no ha habido justicia., y desgraciadamente esta fecha ahora se utiliza para en la mayoría de las ocasiones hacer desmanes.
DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA.

luis reséndiz dijo...

Amaya, esa imagen es ya una declaración política. Yo he hecho una nota al respecto en el feisbú (y allí te etiqueté!). Saludos!

Anónimo dijo...

Parece que fue ayer y han pasado ya 41 años, eran mis tiempos de preparatoria y las alusiones familiares de mi señor padre eran que puro muchacho revoltoso, las boteadas en los camiones fueron de antologia y las corretizas de los granaderos tambien, los que criticamos acremente el bazukaso en la prepa tres, y admiramos en la misma proporcion a Barros Sierra el dignisimo rector de la UNAM y a Heberto Castillo maestro en la facultad de ingenieria, y las participaciones a escondidas de la familia y las mentadas de madre Diaz Ordaz y a sus granaderos
y que decir del pliego petitorio y luego Tlatelolco y la perplejidad, jamas nos imaginamos que en ese entonces abriamos la puerta a la modernidad tanto tiempo buscada y en el camino nos hicimos viejos y de cualquier manera volvimos a ir al zocalo a exigir a la autoridad y a pedir respeto por el voto pero ahora 38 años despues.
En fin que por aqui vamos y ciertamente dos de octubre no se olvida!!!!
RGG

lin dijo...

oh, mis tiempos preparatorianos, mi querida escuela destrozada, la hermosa puerta tallada en madera hecha añicos, los laboratorios destrozados, sin microscopios, sangre y señas de bayonetas por doquier, mi escuela tan querida se veía tan triste, y cuantos compañeros desaparecidos, el enojo y los deseos de arreglar de una vez por todas las injusticias, las juntas en el auditorio, el reparto de volantes con información del movimiento, las pegas de mantas en los muros de la escuela, el subdirector de la escuela que en ese entonces era quien impartía literatura al grupo en el que yo asistia que nos dijo a lupita a silvia, a elenita y a mí que no entregáramos volantes por la escuela ya que había muchos soldados y policías vestidos de civil espiando y que no quería ir a buscarnos al campo militar o a la cárcel como tenia que estar buscando a muchos de los compañeros desaparecidos y entonces en el camino a mi trabajo o de vuelta de él, entregando a toda la gente del pueblo que veía los volantes., el paso de los tanques y camiones llenos de soldados hacia la ciudadela, la invitación a la plaza de las tres culturas y la consiguiente prohibición de mis padres para que asistiéramos, la llamada de mi tía ale preguntando si había visto a mi prima esperanza, también en la prepa pero en la dos, y luego la noticia de la matanza, las reseñas de angélica que vivia en el edificio de enfrente a la plaza de tlatelolco. Nunca nada volvió a ser igual. DOS DE OCTUBRE NO SE OLVIDA.
lin.