Todos los días se destapan nuevas cloacas y se presentan nuevos "escándalos" que supuestamente nos indignan y de vez en cuando también nos orillan a proferir una mentada de madre con los decibeles suficientes para que el vecino se entere.
Todos los días se hace público algún hecho que, hasta determinado momento, se había tratado de mantener en el ámbito de lo privado. Y estos hechos seguirían en la sombra de no ser por el calibre de los nombres involucrados y las denuncias (sordas, a veces) de algunas conciencias.
Ahí están entonces las propiedades de Diego Fernández de Cevallos en Acapulco y los diversos negocios que generan conflicto de interés con su posición en la política, la casa enoooorme que le "regalaron" alguna vez a Fernando Gutiérrez Barrios en el malecón de Veracruz a la vista de todos, los múltiples intereses de Carlos Ahumada en prácticamente todos los rincones empresariales (y políticos), las ganancias estratosféricas de Caliente y los gustos exóticos (y desproporcionados) de Jorge Hank Rhon, los predios del Estado de México y los caudales de dinero derrochados por Carlos Hank González (denunciados por Julio Scherer en La terca memoria), la fortuna sospechosa y la posesión de propiedades de lujo de Arturo Montiel, los prestanombres de Carlos Salinas de Gortari en la época de privatizaciones en México, la actuación en Banobras y la participación en el Fobaproa, así como los lentes carísimos de Felipe Calderón y y las maniobras dudosas de Hildebrando y la familia de Margarita Zavala con las guarderías del IMSS, los vestidos costosísimos y demás caprichitos de Marta Sahagún, los ranchos de origen francamente dudoso de Vicente Fox, las millonarias cuotas sindicales y la riqueza inexplicable de Elba Esther Gordillo...
La lista es enorme y crece cada minuto.
Ya nada nos sorprende. Unos nos quejamos más que otros de esta situación. La mayoría prefiere sentarse frente a la televisión y ver la novela o el partido de futbol (sin acento, como lo pronunciamos en México). Algunos pocos muestran interés y denuncian estos hechos. Unos cuantos hacen el intento por que haya un castigo formal. Pero realmente son muy pocos los comprometidos que llegan a las últimas consecuencias.
La indignación es el primer paso. La denuncia abierta es el segundo. Pero la acción es el paso definitivo.
La pregunta está ahí. Desde hace tiempo.
¿Qué hago yo por mi país?
- Amaya
4 comentarios:
tienes razón, sólo nos quejamos la inmensa mayoría pero no hacemos nada por nuestro país., creo que es porque nos ahogan la corrupción y las componendas de la inmensa mayoría de nuestras autoridades por lo oscurito, con acuerdos sobre-entendidos, parece que no tenemos memoria, prometen en tiempos de campaña y cuando están en el puesto legal o ilegalmente; hacen todo lo contrario. Hemos visto que cuando salimos a las calles no conseguimos más que el enojo de los que llegan tarde a sus labores ya sea de trabajo o de estudio, mientras no nos toque la molestia, no nos importa participar. A qué se debe la falta de organización y la poca exigencia para que las autoridades actúen con honradez y legalidad?, sólo ven su provecho y el de sus partidos y a eso no le disminuyen un centavo y sí fastidian a los más miserables y a la clase media y los contribuyentes cautivos.
Algo tendremos que hacer más temprano que tarde pues ya la situación es insufrible.
Porque no aprovechamos los anuncios entre la telenovela y aprovechamos el intermedio del partido de fut y nos echan una mano diseñando la hoja web que necesitamos, apoyando con ideas y como llevarlas a cabo, copiando y pegando muestro decreto y plan de trabajo y le damos duro a plantear el referendum o el plebicito o lo que ustedes quieran para que los ciudadanos podamos intervenir en LA REFUNDACION DE MEXICO y que mejor manera de festejar el BICENTENARIO, que llevando a cabo la necesaria REFORMA DEL ESTADO y la discusion y aprobacion de una nueva CONSTITUCION.
Vamos trabajando juntos
http://espaciodialogo.blogspot.com/
y entonces si como diria el centauro del norte.
VIVA LA REFUNDACION DE MEXICO !!!
saludos
RGG
fantástico. estamos viendo el inicio de una (ejem!) nueva revolución? quizá. deberíamos preguntarnos si la extensa clase-media-mexicana está de acuerdo en sacrificar sus comodidades en aras de un bien mayor, común, de heredarle - o cuando menos intentarlo - un mejor país a sus hijos. lo está? sinceramente, lo dudo de manera rotunda. no estamos listos para pelear, no queremos hacerlo, no, estoy seguro, vamos a hacerlo - cuando menos en el corto plazo. el hartazgo de la mayoría no se ha convertido (aún?) en afán de lucha. lo hará algún día? es bastante probable. lo hará pronto? no lo creo. aún no reventamos.
Dejando mi nota, para ganarme la bufanda
Ena
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