Todas esas cartas que escribió parecen ser parte de una vida remota a la que nunca pertenecí. Al leer esas líneas de nuevo me interno en un mundo turbulento de deseos frustrados, promesas incumplidas y emociones que rebasaban toda razón.
Los días lluviosos eran la inspiración perfecta para decirle cuánto lo extrañaba. Y él interpretaba esas letras temblorosas llenas de anhelos a través del papel. Eran días nostálgicos. Días de agua en el cielo. Días de sentimientos agitados. Días de tormenta...
Días así me recuerdan toda esa pasión de la que era capaz. Días así me provocan un vacío que sólo logro llenar a medias balbuceando pensamientos en un cuaderno.
Rosas secas en los libros y canciones de amores imposibles completaban la escena...
Un día, en un momento de rabia, rompió todas las cartas que me había dado. Y lo odié por eso. ¿Cómo se atrevía a arrebatarme las palabras que escribió?
Hoy, los días lluviosos no son de cartas. Son sólo días...
- Amaya
4 comentarios:
De repente esos días dejan de serlo para conevertirse en estados de ánimo, que llegan a cualquier hora, en cualquier momento.
aaahh los días lluviosos, creo que a todos nos traen recuerdos muy diversos, generalmente melancólicos, aunque no haya cartas rotas, nos llevan a amores de antaño, anhelos, pasiones, tristezas, reflexiones, sueños, ideales. oh. esos días.
Esas experiencias que obtienes de tu cotidianeidad, y la forma en cómo las enfrentas, me han llevadao a darte este premio, espero te guste: http://karmapolice1981.blogspot.com/2009/11/premio-bloggitzer.html
Saludos y ánimo!!!
La lluvia invita a muchas cosas. También a superarse...
Odio los días de lluvia porque aunque amo el olor a tierra mojada el corazón se apachurra y duele...... invariablemente. Como los domingos.... Son de nostalgia y de ausencias también. Pero un día los domingos serán también, sólo domingos.
Awesome Amaya!!!
Publicar un comentario