La Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe tuvo grandes momentos mediáticos que habría que analizar una vez que baje la luz de los reflectores. Algunos de esos momentos quedarán sólo como anécdotas, mientras que otros ya empujaron a la creación de un nuevo organismo regional que pretende impulsar la integración regional.
Dentro de dichos momentos aparece en primera instancia, por ejemplo, el presidente de Haití, René Preval, agradeciendo al pueblo mexicano por la ayuda brindada a su país y revelando en una entrevista al periodista Joaquín López-Dóriga que su nieta lo salvó de la muerte al pedirle que jugara con ella en el jardín antes que sucediera el terremoto que terminó con la vida de más de 250 mil personas. Cabe señalar que el mandatario calcula que el costo de la reconstrucción puede rebasar los 14 mil millones de dólares y teme que la cifra de muertos ascienda a 300 mil.
Pero los micrófonos no estuvieron sólo con el mandatario haitiano. La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kichner, también aprovechó el foro para asegurar que el caso de las islas Malvinas es un problema que atañe a todos los países de América Latina y el Caribe y agradeció el respaldo de los asistentes ante las acciones de Gran Bretaña que ya ha comenzado a explotar los recursos petroleros al sur de las islas Malvinas ignorando a propósito el decreto argentino que obliga a todos los barcos que naveguen entre tierras continentales y las islas a pedir permiso a Buenos Aires.
Durante su participación en la Cumbre de la Unidad, Fernández de Kichner puso el tema sobre la mesa de discusión y señaló que la situación de las Islas Malvinas refleja la injusticia que prevalece en los foros de Naciones Unidas, donde los países que tienen un asiento permanente en el Consejo de Seguridad son los primeros en violar las resoluciones del organismo, que en este conflicto fue emitida desde 1965 y que, además, lleva más de 177 años en disputa.
Por su parte, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, exigió a las Naciones Unidas "una explicación política" y añadió que "no es posible que Argentina no se adueñe de Malvinas y que, por el contrario, lo haga un país que está a 14 mil kilómetros" de las islas.
Hugo Chávez hizo lo propio cuando habló el domingo en su programa de radio Aló Presidente y le advirtió a la reina de Inglaterra mostrando su apoyo a Argentina desde su muy peculiar estilo: "A ti te hablo, reina de Inglaterra. Deja quieta a las Malvinas"
Por otro lado, hay que subrayar la importancia que tuvo la Cumbre en la creación de un nuevo bloque de estados americanos que excluye a Canadá y Estados Unidos, con el objetivo de fomentar la integración de los países latinoamericanos y caribeños. Dicho organismo pretende también promover el desarrollo sostenible e impulsar la agenda regional en foros globales con miras a encontrarse mejor posicionados en la esfera mundial.
Finalmente, una de las notas más comentadas es la que relata la disputa entre el presidente colombiano, Álvaro Uribe, y el venezolano, Hugo Chávez, quienes protagonizaron un fuerte altercado durante el almuerzo de presidentes de la Cumbre cuando Uribe comparó el bloqueo estadounidense a Cuba con el trato que reciben los empresarios colombianos de Venezuela a lo que Chávez respondió con un fantástico y mediático “¡Vete al carajo!”.
- Amaya
2 comentarios:
Bien, Amaya. Cuando te pones seria es lo mejor del mundo. En lo personal, estoy de acuerdo, al menos parcialmente, con lo que dijo el ex canciller Castañeda: 'este encuentro se quedará en la típica latinoamericanada'. Y se nota, al menos en ciertos aspectos: la tibia participación de Da Silva, quien es el auténtico líder del bloque latinoamericano, el nulo pronunciamiento de Raúl Castro hacia cualquier cosa, el afán protagónico, as usual, de Hugo Chávez - de quien, creo, sus bravuconadas no espantan ya a nadie -, Kirchner, quien se pronunció solamente sobre un conflicto que le concierne a su país y nada más (que es verdad: es un conflicto que conlleva ciertos aspectos de interés mundial), Evo Morales, quien antes de encontrarse con los presidentes del continente lo hizo con Marcelo Ebrard, acto que podría considerarse como una especie de discreto desconocimiento, afrenta tímida pero firme, del gobierno de Calderón. Así, estamos ante una cumbre que, si bien en lo superficial parece el comienzo del sueño de Bolívar, en el fondo (creo) es nada más que un artificio, una junta bienintencionada que fue, es y será sólo eso: una junta bienintencionad a y no más. La lectura de este hecho en particular debe hacerse con el background de que Calderón minimizó la creación de este frente al día siguiente y, yo creo, bajo la perspectiva de que fue un encuentro más fotográfico que político. Gracias por este texto: hacía falta que alguien lo hiciera. Un saludo.
Luis, me gustó lo que dijiste, de hecho creo que merece que lo conviertas en post...
¡Gracias por el comentario!
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