domingo, enero 23, 2011

Cronista de los cuates


Muchas veces me he reído a carcajadas de las anécdotas de mis cuates y la verdad es que tengo la suerte de tener cuates con historias buenísimas. Por eso me mata que sean todos unos huevones que no llevan bitácora de todo ese caudal de diversión gratuita. ¿Por qué demonios ninguno de ellos lleva cuenta de esos relatos? Ay nanitaaaaa, es un desperdicio. 

Así que yo, sin que nadie me lo pidiera, me he tenido que ver en la necesidad de autoproclamarme su cronista. No hay de otra. Una tiene que salir al quite. Si ellos no lo hacen, ahí estaré yo para gritar a los cuatro vientos sus metidas de pata, chascarrillos, puntadas y chabacanería de todos colores.

Ahí está el Juanemilio, por ejemplo. El cachetón tiene en su haber cientos de anécdotas para doblarse de la risa y yo soy su principal promotora. Quizá lo recuerden mejor por sus caras de gárgola o por historias como "Mi polloooooo", "¿Quién pompó?", o por su afición por las lentejas.  

Muchas veces, las historias las he contado sin el previo consentimiento de su autor. No importa. Todo sea por regalarles, queridos lectores, un rato de sana diversión.

En fin, todo esto lo aclaro por si pensaban que había bajado la guardia en el balconeo:

¡JAMÁS!

Estén atentos...

MUAHAHA

- Amaya

4 comentarios:

mj dijo...

si guayabis!! nadie como tú para contar lo que nos acontece!
te acuerdas del besante? y la boa uyyyyy, y los baguettes en barcelona con tomates a mordidas, y la lechuga con tierra, y el cuate que vendió el vestido de novia de su mamá, y el Tyrson y sus jaladas, jaja, y el guey que tiró una silla y la dejó atorada en un árbol en una fiesta de los malandros cuates del juanemilio, y el wey que hizo mi foto de rumbera, y el viaje de esquí en los pirineos, y el mexicanazo que decía maisón, maisón, y cuando juanmilio nos llevó al cinepolis ya entradas en chelas, y el show de lord of the dance, y el enamorado Wolfgang de la moni, y las quesadillas con hoyos con las tortillas de Guille, y que todos los días tirabas mi puerta a golpes en Toulouse para que me levantara, y los miercoles de pizza, jueves de sushi y viernes de no se que en casa de mi mamá, y el wey que tenía cara de calcetín, y las noches en el bar basque, y los interminables lunes chez ton ton, y les petits récoltes de nicolás, y le petit nicolas, y cuando al cachetón lo corrieron del Skandal a las 11 am cuando lo despertaron los meseros del sillón, jajaja, y la niña que corría en el jonuco -o sea gore-
cuéntalo, cuéntalo todo, nadie mejor que tú.

Anónimo dijo...

si cuenta, nadie como tú para expresar todo lo que acontece a los demás y a tí misma., haz tu libro, se que habrá muchos lectores que lo disfrutaran enormemente.

Edurne dijo...

yo te autorizo a contar la historia de la dancing queen, y de la perdida que nos dimos en guadalajara, cuando tu abuela carmen nos estuvo esperando por horas, y el conductor del camion nos tuvo que dar un aventon antes de ir a su examen antidopping!

Edurne dijo...

ahhh y no te hagas!!! tu tambien tienes historias, nada como la de bisquet/vipscake